En diversas ocasiones, llevamos al límite a nuestra Alma. La dirigimos como si de un coche de fórmula 1 se tratara en una pista de carreras. ¿Quién nos está incitando a "ganar" en esa meteórica competición virtual? ¿Quién nos recrimina el no haber llegado los primeros a la meta? La Respuesta es sencilla: Nosotros Mismos. La aparente Obviedad despista, pero la Realidad es así de Fácil.
Haced un ejercicio de Honestidad con Vosotros Mism@s y empezad a agudizar ese sexto Sentido que en Realidad nos dirige, que nos dice Qué o Quién nos conviene...El Respeto hacia uno mismo es la Base
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